La luz duerme en ojos del insomnio,
parpadea cada latido y suspiro
de amor olvidado, ahora perdido
en aguas del rio Lete, bajo encomio
la oscuridad serena plasmada
de frio el aire que de día atormenta,
los versos esculpidos, las palabras,
sobre las piedras del muro atenta.
¿Por qué el sentir del calor del miedo
la desolación a través del amor
de una noche de relámpagos
y truenos sobre mi sueño interior?
¿Por qué la muerte se viste de noche
cuando los ojos, aun no cerrados,
sueñan con un amor imposible?
¿Por qué se estremece mi alma cuando
intento los párpados cansados
cerrar, como por esperar un guiño,
que haga sentirme vivo por dentro,
por fuera no me queda más que un muerto?
Nunca sabré si aquella mirada
había amor latente o solo era
un gélido espasmo con luz templada.
Sin las palabras, sin decir nada,
el silencio corre con las nubes,
cielo estrellado vacía el alma,
horizonte se llena de inquietudes.
Un cuervo me reclama con las alas
extendidas ensueños anhelados.
cuando la noche muere en el alba
adquiere colores del día, bajo
la sombra miradas señaladas.