Nos enseñaste a vivir con alegría,
qué, pese a todo,
había que vivir con armonía;
nos conversabas sobre tus recuerdos,
los que en tu juventud viviste,
ahora nos redescubrimos por el olvido;
nos dejaste tantas enseñanzas,
con las que vivimos a diario,
te recordamos con añoranza;
estas fiestas serán diferentes,
de dulce y agraz,
dulce por quienes aún están,
agraz porque tú ya no estás;
estas fiestas serán diferentes,
tu ausencia nos trae nostalgia,
contigo las fiestas eran inconfundibles;
estas fiestas serán diferentes,
porque ya no estarás presente.