JaderGarcia

Más allá de la sonrisa

En el aula su risa brilla, un fulgor tan sutil,

pero en su mirada hay sombras, un pasado febril.

Ella cree que desconozco su vida, su verdad,

mas el destino me ha mostrado su carga y su soledad.

 

Muchos piensan que solo es un cuento liviano,

pero hay secretos ocultos, un dolor cotidiano.

Tras su sonrisa se esconden historias de temor,

páginas de su alma que guardan el dolor.

 

Hay un peso en su risa, un eco en su andar,

como un susurro de historias que nadie ha de contar.

Yo he visto esas sombras, sus huellas en el viento,

testigos de secretos que carga en silencio.

 

No juzgo sus pasos ni el rastro que dejó,

solo veo a alguien que en lucha se forjó.

Que en su dolor oculto aprendió a resistir,

y en su risa esconde su anhelo de vivir.

 

Ella juega con su risa, máscara de cristal,

pero hay noches oscuras donde no puede escapar.

Su alma carga recuerdos que no quiere mostrar,

y su mirada esconde lo que no sabe contar.

 

No todo es lo que parece, no es solo un papel,

donde todos la ven feliz, sin rastro de aquel laurel.

Pero detrás de su risa, entre luces y sombras,

hay ecos de un pasado que en su pecho se nombra.

 

Los murmullos de su vida no son lo que ven,

hay dolores guardados que jamás dirán bien.

En su caminar silente, se ocultan mil heridas,

y en sus ojos se reflejan las sombras perdidas.

 

No necesito palabras, mi mirada lo vio,

el peso en su pecho, el grito que no llegó.

Ella cree que soy ciego, que nada sé de su ser,

pero en cada uno de sus gestos, puedo comprender.

 

Y en su risa de cristal, oculta tras el velo,

hay huellas de memorias que el tiempo lleva al cielo.

Yo sé lo que no cuenta, lo que calla al suspirar,

pues he visto el peso que la hace titubear.

 

No necesito palabras, su mirada me habló,

en su pecho hay un eco que la vida le dejó.

Ella piensa que ignoro su verdad, su quebranto,

pero he visto sus sombras en su risa y su encanto.

 

La abrazo en silencio, respetando su fe,

pues sé de sus sombras y el dolor que se ve.

Un día vi un fragmento de su historia callada,

y entendí el peso oculto que en su sonrisa era guardada.