Irrumpí inadvertidamente en tu vida,
inyectando en tu ser las ansias de libertad,
con la finalidad de colorear tu cielo con la tinta que comparten
nuestras almas; llega conmigo la quietud
para tus días en su desconcierto, todo en mí
es para ti fuente de espasmos al emocionarte,
en mí se cifra tu existencia y la mía
encuentra su razón de ser en ti,
y aunque te tardes en venir a mí, la porfía
por tu advenimiento conduce mi proceder,
hasta el día que juntos emprendamos el trayecto
hacia el destino de un amanecer que se eternizará.