La envidia II
Sigo divisando con tristeza
tu realidad presente.
Estoy perplejo; tu discordia me ha tocado.
¿Por qué sientes envidia de mí?
Tu ser está equivocado;
sí soy un simple mortal
de carne y hueso.
¿Por qué anhelas mis logros y mis pertenencias?
Te siento como hierro carcomido por el óxido,
con tu alma destrozada por el ácido mortal que
te consume.
Tu mirada ponzoñosa me aniquila.
Las aves de rapiña me observan.
El león no parpadea, quiere alcanzarme;
me siento como una mosca en las redes
de una telaraña pegajosa.
¿Cómo salir de esta veste mortal e inconsecuente?
Quiero llenarme de paz e inteligencia,
y ser indiferente a los ojos que quieren devorarme.
Autor: Fabio Bohórquez Rodríguez.
Registro No. 12-748-546.*
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