En el silencio de nuestras miradas,
escondí el amor que hoy quiero decir,
aunque un día prometimos ser amigos,
mi corazón siempre te quiso sentir.
Llevé en mis palabras la calma,
pero en mi pecho gritaba el querer,
y hoy, entre el murmullo del alma,
me atrevo a decirte lo que soñé.
Siento más que una simple ternura,
y no quiero ocultarlo más,
mi alma hará una fiesta sincera
si me dices que en ti puedo hallar paz.
No sé cómo guardar este secreto,
ni cómo engañar al corazón,
porque cuando te veo, lo cierto
es que deseo más que tu atención.
Te prometí amistad en el camino,
y aunque el destino quiso callar,
no puedo fingir lo que mi destino
con tu amor quisiera alcanzar.
Si me dices que sí, todo cambia,
el cielo se abrirá para los dos,
pues en tu risa florece mi calma,
y en tu abrazo se esconde mi Dios.
No quiero ser solo un confidente,
quiero ser el que cure tu herida,
el que te cuide para siempre,
el que camine junto a ti en esta vida.
Hoy te lo confieso sin miedo,
y espero que me puedas entender,
porque lo que siento es tan sincero
que sin ti no quiero aprender a perder.
Así que dime, ¿me darás tu amor?
¿Dejaremos atrás lo que un día fue?
Porque en mi pecho arde el clamor
de
que tú y yo somos más que un tal vez.