Atrapado en la red de tus caricias,
me acuesto feliz esta noche;
tu red se enlaza en la mía
para, juntos, tramar nuevos goces.
Ávidos labios, presos en ella caen;
cálidos besos, imanes naturales;
las miradas brillan sin distancia,
los ojos, gozosos se penetran;
la dulce red nos arropa, nos protege.
Vivimos intensamente el presente.
Cautivos de nosotros mismos,
preso me siento de tus caricias
y libre en un mar de sentimientos,
mientras nos envolvemos en la red,
nos dejamos acariciar por el viento
y deleitamos la miel del momento.
22 de marzo de 2009
Pau Fleta