De esta vida desespero,
con paso ciego en la bruma;
mi pecado, duro trauma,
quema al viento mensajero.
Días grises sin espera,
de solo un hosco lamento,
de un mal beso que detesto
que fue mi prisión severa.
Nunca quise su fiel mano,
solo su mucho dinero
que me tuvo prisionero,
de un mal deseo mundano.
Quisiera hallar la salida,
un camino que me salve,
y que muy lejos me lleve
de esta mi mezquina vida.