Dios lo digo y lo escuché de el
sus palabras, me dieron esperanza,
confianza y poder. Pero en estos tiempos,
dude de el, por mi corazón segado y
entristezido en el anochecer.
Mire al frente, levante mi cabeza
y recorde que me habia salvado
de este mundo frio, convencido
que tendria control del timon
del barco que me dirijia
hacia el bien.
Si!, lo acepto, creí, pero te abandone
porque no reconoci el amor sincero hacia ti
!lo negue, lo negue!
Tuve miedo
pero me pregunte a mí
¿Por que dude, si te senti cuando
te llame y me apoyaste cuando más
sola estuve?
Calle y la verguenza de nombrarte
no me permitio aceptar que actuaste
de una forma tan real y especial
que ilumino mi vida, para convertirme
en la guerrera, por la cuál, tu me enviaste.
Ahora, que soy una mujer bienaventurada
capaz de reinventarse y agarrar su mochila,
sin temor ni desesperanza,
prometo actuar bajo tu nombre
hablar con honestidad
vivir con libertad
amar como una madre..
y no dudar, porque tu me lo enseñaste.
ATT: Juanita