Lucía Gómez

ANTIGUA LÁGRIMA...

Alguna antigua lágrima

se cuelga de los ojos.

Y no queda otra cosa,

que convertir la lágrima

en el difícil arte de la melancolía.

El humo de los trenes

cayendo débilmente

sobre la noche fría.

Y el viento golpeando

sobre las hojas tristes

que dejan a lo lejos

tan solo el corazón.

Un olor milenario

a frutos disecados

guardados en estantes

y aquella casa vieja

que no sabe llorar.