VERA ANGEL

Tarde de otoño

El crepúsculo me acompañó hacia la alameda.

Con Venus en el firmamento, mi soledad encontró un momento de paz.

Tonos azulados y anaranjados revelaron el espectáculo nocturno.

Desagradable sorpresa fue al pensar

que en algún punto de esta ciudad, Venus te contempla a ti como yo a él.