Hernán Mejía Silva

LA LUNA SE ASOMÓ POR LA VENTANA

Si la volviésemos a ver,

si la pudiera respirar de nuevo,

con todo y sus demonios,

su intrínseca belleza 

y sus arrebatados insomnios.

 

Le hablaríamos de todo

para no tener que decir nada, luego,

me prendería de su mirada,

pues la mía no puede evitar envejecer.

 

Si la volviésemos a ver,

enmarcando su luz proyectante,

significaría que regresó octubre,

aceptando que el corazón descubre,

y que algo estuvo ausente.