Busque sin cansancio
dentro de mis recuerdos,
alguna palabra que,
llenara este vacio.
Pero no encontre ninguna palabra,
ningun recuerdo
que terminara
con mi amargura.
Y sín más ilusiones de encontrar
un bello sentimiento
llegó a mi.
Toco mi corazón.
Ese dulce sosiego .
Estaba llegando a mi alma
lo que a ella le faltaba.
Me quede quieta sintiendo,
como una dulce caricia,
llenaba este eterno vacio.
Cerre mis ojos para ver
a mi alma vibrar de alegria.
Porque una dulce caricia
estaba reparando su agonía.