rosi12

Una casa particular

El tronco sabio,

se sumó al bosque.

En su interior

una casa.

Un escondite.

Un rincón de luz,

una escalera

interna recorría

y trepaba hasta

la copa,

Cada un metro

más o menos,

un habitante

diferente.

En la planta baja,

la oruga,

modista de

telas exquisitas.

En el primer piso

el bicho taladro,

mal vecino,

egoísta y gruñón.

En el segundo piso,

la araña,

persistente y seductora,

enfatizaba su cintura,

a la conquista de

un trabajador

de la madera.

Había salón de baile,

donde todos

se daban cita.

El sábado, fiesta.

El domingo siesta,

antes visitas

familiares, traían

comida sabrosa

y bebidas. 

En el desván,

un ilustrado

ciempiés, que cada

viernes prendía

una vela a un santo.

En el altillo,

una romántica

y soñadora ratona,

que ponía locos

a los gatos,

dando saltos

para llevarla

al baile.

(rosi12)