El silencio no es mantenerse callado,
no es una noche sin decirte nada,
ni una lenta caricia donde sólo con mirarte sabes cuánto te amo.
El silencio no es la mortaja de la libertad,
no es la voz ciega de un niño castigado,
ni la ausencia de alguien a quien decir “te quiero”.
El silencio es el murmullo del vacío,
es el sonido de tu cuerpo
donde sólo es perceptible el jadeo, y los latidos de tu corazón.
El silencio es un día oliendo flores,
un abrazo sin que te lo pida,
un reflejo de la luna aquella noche tan mimosa.