Trazar dedos que vuelan y
aprenden nombres
veloces en precipicios
Regresar a buhardillas que duermen
Caminar en girasoles tejidos
El frío suspendido de las llamas
Velas encendidas sobre tejados
de barro
Allí no crecen los niños
Los niños ya no crecen visibles
El firmamento parece fugaz
en cada luz
de las casas eternas