La del vientre inmaculado
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Es ella, la que mira y no murmura,
la que con la esperanza se sostiene,
la que sabe muy dentro lo que tiene;
es ella la elegida, por ventura.
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Es ella, la que mira con ternura,
la que con pura timidez se aviene,
la que con el milagro se entretiene,
la misma que no esconde su figura .
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La del velo de estrellas a raudales,
la que acoge y acepta el anunciado;
la mujer con aromas celestiales.
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Es ella, la del vientre inmaculado,
la virgen terrenal de los mortales
y madre de Jesús crucificado.
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Ramón Bonachí.