Ando hacia adentro
en una casa desolada y envejecida
el eco de un gallo suena lejos
y fantasmas arrastran tras de sí
pesadas cadenas de olvido.
Un canoso olor a café ronda por
los laberintos buscando viejos
recuerdos.
En esta casa sin ventanas ni espejos
que habito, no hay asomo de luz
una leve penumbra de lejanía ocupa
los rincones.
En esta casa que me habita
que se extiende por cada céntimo de mi
piel, de mis células , de mis……….
Ando por mi y no hay puertas de salidas
un agujero negro un universo colapsado.
MAURO MARTE