¡Con mi mirada en lontananza,
apoyada en la pintoresca
mesita de mi jardín encantado
y asida entre mis manos,
una tasa de café ...
aspiro su exquisito aroma
deseando compartir sorbo a sorbo,
sentimientos de alegrías,
satisfacciones y otras tantas
emociones salpicadas de añoranzas!
¡Y al concentrarme en el pocillo
desbordando el espumoso marrón...
mi imaginación revolotea
y entre la aromática humareda
percibo letras dibujadas
con hilos de humo,
describiendo hermosas escenas
del ayer con palabras mudas
rozando con nostalgia
el alma solitaria!
¡Y así... mientras saboreo
lentamente el café,
el cual ha sido colado
con el más exigente filtro,
mi mente va marcando
las líneas de los recuerdos
que hoy se han asomado
a mi frágil memoria!
Nhylath