No tiene mayor secreto
el arte del trovador,
que trovar de corazón
lanzando versos al cielo.
Todo se calla a su paso
y a su paso, se perdió
los llantos, el triste duelo
la patria que pisa, el suelo
hasta el aire enmudeció.
No gime el viento, se calla
se silencian los sentidos,
reposan inertes, ruidos
con la voz de sus baladas.
Todo se calla a su paso
se agudizan los oídos,
y el trovo, va de corrido
entre poemas cantados.
Como versos inventados
entre rimas y suspiros,
como el árbol retoñado
que vuelve a tener la vida,
los trovos son la poesía
que nacen en breve paso.
Y todo se calla, se inclina
al paso del trovador,
las flores que están dormidas
la luna, el mismo sol
las estrellas infinitas,
las agujas del reloj
la muerte se calla, y la vida
porque canta un ruiseñor.
Y todo a su paso, calla
todos prestan atención,
porque usa como tinta
la sabia de su saliva,
porque usa de cuaderno
solamente el corazón.
Se inclinan al trovador
los versos, cual marionetas
y entre letras, es su voz
la esencia de los poemas.
Todo calla..... todo cuenta...