NUMEROLOGÍA
Hoy he sabido
que el trece no es más
que una sola mitad
del ocho partido
aferrada a su filo.
Curioso es el ocho…
Si erguido presenta
un número sólo,
tumbado es distinto;
cuando horizonta
le cambia el sentido,
se acuesta, recuesta,
y se hace infinito.
El todo y la nada
en un punto unidos.
Curiosa es la suma,
y vuelvo al principio:
Si el trece quisiera
añadirse a sí mismo,
no habría problema
con este delirio,
aunque la resulta
sea un cataclismo…
Dos cifras distintas:
-Un dios abatido
y un sois que no acaba
de cerrar el círculo-
Si haces la prueba
y los superpones.
los juntas, los unes,
creas la adicción
del uno en el otro,
verás con asombro
que tengo razón.
Volvemos al ocho,
no hay más solución.
LUJITAR (13-9-24)