Un cántico de emociones, sensualidad y deseo
cuerpo que vibra encendido tras las nubes del silencio
felicidad que rebosa la copa del sentimiento
y dibuja entre los labios la promesa del te quiero.
¡Ay amor! Que solo sabe de los peregrinos versos
que han nacido en esas horas donde se apaga el destello,
Y el desvelo hace estragos en las ojeras del tiempo
!Ay amor! Que yo he tenido también esos mismos sueños.
La imaginación se luce estrenando un traje nuevo
lentejuelas carmesí sobre el encaje discreto
viste y desviste a su gusto corazón aventurero
que en callejuelas del alma arrastra su desconsuelo.
Una guitarra que gime abrazada a los recuerdos
el canto profundo y triste de momentos que se fueron
y sepultados dormitan en las notas de un secreto
que a voces va reclamando cuanto quisiera y no tengo.
¡Ay corazón! Si pudiera con gusto alzaría el vuelo
para cruzar los caminos andando por nuestros cuerpos
bebernos de un solo trago ese amor que fluye dentro
Y se escapa poco a poco como el agua entre los dedos.
Yo te envidio y no lo sabes, un optimismo tan fresco,
los planes para el futuro esa utopía que en vuelo
deja de ser imposible para prender en el lecho
la tormenta de pasiones que se debate en tu pecho.
¡Ay alma! Que no permite le sometan al secuestro
al chantaje emocional, que anda libre como el viento
soplando entre la enramada, o acariciando luceros
sin que manipuladores le camuflen el sendero.