Lourdes Aguilar

12 DE DICIEMBRE

Tus celestiales plantas

Se posaron en aquel cerro

Y de la tierra seca y estéril

Milagrosamente crecieron rosas

Dando así un nuevo sentido

a la nación que recién se formaba

dando esperanza de un futuro

donde el amor venciera y hermanara

 

Tus ojos de dulzura infinita

Alumbran desde entonces

Éste suelo constantemente invadido

Trayendo en el vientre purísimo

El divino misterio de luz y de vida

Hoy que tantos buscan eliminarlas

Esparciendo incredulidad e ideologías

Negando la obviedad de dos sexos

Llamando al asesinato un derecho

Y exigiéndolo con descaro egoísta

 

Tus manos piadosas en permanente oración

Que maternalmente a rezar nos enseñan

Y cuyo ejemplo tan pocos practican

Y cuyo significado tantos ignoran

Ruegan por la conversión de la América

Por la patria y la América en el caos sumida

 

Con pena veo cada diciembre

El atrio lleno de luces y cámaras

Convertido en mundanal espectáculo

Tu imagen y rostros divinos

Plasmados en el humilde ayate

Explotados como cualquier mercancía

 

Y aún así no nos desamparas Señora

Tu manto desde ese feliz día nos cubre

Porque entre la tribulación y congoja

Porque ante la necedad y rebeldía

Como entonces repites al que te busca:

¿No estoy yo aquí, que soy tu madre?