Hernán Mejía Silva

EL COMPOSITOR

Es como un niño

el compositor,

ha olvidado su propia canción,

usa el piano que mi infancia le prestó,

para interpretar su desolación.

 

Una ligera sonrisa armónica,

un acorde mayor para su destino,

línea melódica en do

por conservar el estilo;

es un delirante soñador.

 

Pequeño infante, el compositor,

con alucinaciones acústicas,

y visiones musicales,

reencuentra a su gran amor,

entre las paredes sónicas 

de una vieja tonada,

se miran con ornamentación desafinada,

son una tonada sinfónica…

jamas sabrían cómo ser normales.