Mi alma adolorida te recuerda
te llama, te busca, te anhela, pero...
estoy por creer que no existes,
que nunca has estado
y que quizás nunca estarás,
más que en el espacio frío,
en el viento desnudo de la noche,
que muere, en mi voz ahogada
de suspiros vacíos... Vé, vé al río
Yo ya lo sé tu amor, nunca será mío.
la palabra es muda y la tarde gris,
Callada estaré, en el silencio
allí morirá ésta plegaria,
ésta plegaria que baila al compás
de las notas tristes de una ma
ñana
callada