Es diciembre, Padre.
Los días se despiertan
con su hechizo y su delirio,
arrojando nuevas luces
sobre las navidades.
Seremos sorprendidos
en algún aniversario
y ya no podremos,
caminar sobre los días.
Las horas se despiertan
y se va muriendo el año.
Pero, no tenemos
miedo, Padre.