GDA

EN LEJANÍA PERDEMOS LA CORDURA Y LA PAZ

Tu alma siente el escozor, tu esencia de mujer
merodea por las calles de mi arrabal recónditamente,
sin tenerme te exasperas, y cuando la noche
irrumpe, sin poseerme te intranquilizas…
mi ausencia incita a tus ojos a esbozar mi perfil,
tu tacto trepidantemente simula mi silueta,
mis esencias en tus prendas viven con calidez,
sin embargo, me necesitas, sujetándome en tu boya,
debes saber que también te busco,
junto a mí enarbolo tu integridad elevándote,
para sentir tu boca estrujándose en el plebiscito
de un beso que no muere para luego poseerte y vibrarte
en el estremecimiento, con frenesí y así donarme…
me percibes, mi rigidez aclamas, me ofreces
el dulzor de tus humores con que me extasías,
entregándonos a esta exaltación del alma,
en esta complicidad de amores con otros dueños,
seremos así, amantes en la intimidad,
aun cuando en lejanía perdemos la cordura y la paz.