Confianza en los Planes de Dios
Romanos 8:28 es una promesa firme que nos llena de esperanza en tiempos de dificultad. Dice así:
•Reina Valera 1960 (RV60):
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
•Nueva Traducción Viviente (NTV):
“Sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos.”
Esta verdad nos asegura que Dios está obrando en cada situación para nuestro bien. Un ejemplo claro de esto es la historia de José, el hijo de Jacob.
José era el hijo favorito de su padre, y Dios le había dado sueños proféticos que indicaban que llegaría a ser una persona de gran influencia. Pero sus hermanos, llenos de envidia y resentimiento, lo traicionaron y lo vendieron como esclavo a Egipto. José fue despojado de su hogar, de su familia y de su libertad. Aunque parecía que sus sueños se habían desvanecido, Dios estaba obrando en cada detalle de su vida.
En Egipto, José fue comprado por Potifar, un oficial del faraón. A pesar de ser esclavo, José mantuvo una actitud de fidelidad y obediencia a Dios. Su integridad le ganó el favor de Potifar, quien lo puso a cargo de toda su casa. Sin embargo, la esposa de Potifar lo acusó falsamente, y José fue encarcelado injustamente. Aun en la cárcel, Dios no lo abandonó. José siguió confiando y permaneció fiel.
Mientras estuvo en prisión, Dios le dio la capacidad de interpretar sueños. Esta habilidad lo llevó eventualmente ante el faraón, quien tuvo un sueño que nadie podía interpretar. José explicó que el sueño era una advertencia de Dios sobre una hambruna que vendría a la tierra. Impresionado por su sabiduría, el faraón lo nombró gobernador de Egipto, poniéndolo a cargo de toda la nación. Durante la hambruna, sus hermanos vinieron a Egipto en busca de alimento sin saber que estaban delante de su hermano a quien habían traicionado. Cuando José se reveló a ellos, en lugar de buscar venganza, dijo: “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo” (Génesis 50:20).
José pudo ver que todo el sufrimiento, las traiciones y las pruebas habían sido parte del plan de Dios para salvar a su familia y a muchas naciones. Esta historia nos enseña que Dios usa incluso las circunstancias más difíciles para cumplir Su propósito. Aunque no siempre entendemos por qué enfrentamos ciertas pruebas, podemos estar seguros de que Dios está trabajando detrás de escena. Su plan es perfecto, y Su tiempo es preciso.
Por eso, en tiempos de ayuno, es fundamental mantener una oración constante, leer y meditar en la Palabra de Dios. Estas prácticas nos ayudan a recordar que Dios está en control y que nuestras dificultades no son en vano. Cada experiencia, por más dura que sea, puede ser usada para nuestro bien y para la gloria de Dios. Así como José confió en Dios y vio cómo todo su sufrimiento tenía un propósito, nosotros también podemos confiar en que Dios está obrando para nuestro bien.
Romanos 8:28 es una verdad que debemos atesorar en nuestro corazón:
•Reina Valera 1960 (RV60): “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
•Nueva Traducción Viviente (NTV): “Sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos.”
Que esta verdad nos dé paz y fortaleza mientras buscamos Su rostro con fe y obediencia.
Oración: Padre, Hijo y Espíritu Santo, invocamos tu nombre y tu presencia en este día. Gracias por recordarnos que Tú trabajas en cada circunstancia para nuestro bien. Ayúdanos a orar constantemente, a leer y meditar en Tu Palabra, y a confiar en que Tus planes son perfectos. Que en este tiempo de ayuno podamos ver Tu mano obrando en nuestras vidas. En el nombre de Jesús, amén y amén.
P. Carlos
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