Como no haberte extrañado en una tarde pálida
Cómo no haber sentido tu aroma en el rocío
Me mata escuchar la angustia de mi alma desolada
Me mata reconocer que tu corazón ya no es mío
Y aunque en mi vocablo aún habita tu nombre
No contemplo ya tu sonrisa en la luna
Tu recuerdo aunque cálido lo siento distante
Tu ausencia no me ha dejado en paz noche alguna
Si me preguntaran acerca de la voz que deleitó mis oídos
Hablaría de tu voz que en mí está casi desvanecida
Recordaría el lunar que acompañaba a tus labios
Recordaría como al mirar tus ojos, me llenaba de vida
Poco me queda del ayer donde de tu amor fui testigo
Detengo con esfuerzo de mis suspiros la huida
Extrañarte lastimosamente se ha convertido en mi credo
Extrañarte lastimosamente se ha convertido en mi doctrina