En las sombras acechan vuestras voces,
críticas disfrazadas de lealtad
que van tejiendo engaños de necedad,
mientras la verdad, faro apagado, duerme.
Mancilláis todo con vuestras mentiras,
el aire cargado de un rumor paciente,
es un laberinto de sombras, de heridas…
donde el instinto clama por un presente.
Faltáis a la verdad que nos hace libres,
es jardín marchito, es río sin cauce,
los sueños escapan entre lamentos,
las palabras son venenos que yacen.
La esperanza es efímera, es ilusión,
como un espejo que atrapa la luz,
bajo máscaras ocultáis el rostro
con vacías promesas, abuso cruel.
¡Despertad!, rompamos esas cadenas,
en su esencia nos une la verdad,
arranquemos los velos de la oscuridad,
siempre en la senda de la honestidad.