Mundo, levanta tu horizonte gris
Cuando la mata muestre su azul nacarado
y la rosa, levante su horizonte gris,
será la era del cielo
sin llantos de cuna
ni agujas de estrés.
Cuando el hombre se haga sol,
hermano de otros,
cuando se quemen sus angustias
en el mismo fuego,
la luna revivirá floreciente,
hermosa virgen,
con piel de durazno sensitivo.
El mundo está huérfano de sal,
se ha bañado en piscinas de tedio.
El pez orgullo les salta en el testuz,
el sinsentido del laberinto
se ha apoderado de su vida
(si ese cuadrado monótono en el que vive
puede ser llamado vida).
Llamemos a gritos a las rosas nuevas,
armemos un cordón amable
para suavizar sus duras paredes,
cantemos un solo canto de humanidad
para sanar sus huesos secos de amor
con lluvias frescas
de perdón y esperanza.
Necesita su tierra rebelde
un oasis de ternura,
mazapán de tolerancia,
lazos de comprensión y empatía;
florecillas de paz.
El casquete del amor vence al rencor,
el amor vence al tedio,
el amor vence al mal,
el amor vence todo.
El poder redentor del amor
borrará toda sombra
iluminando el camino
a la plenitud y la felicidad,
unidos todos
en un corazón compartido,
podemos vencer los males de este siglo.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas - Perú