Prefiero la magia,
con un poco de floritura,
compartiendo alguna nostalgia,
en anhelos iridiscentes sin estructura.
Que en su imposibilidad se desenlace,
mi cálido momento transformado,
con la fragilidad del trance
y el valor para ser amado.
Flota por ahí, sin polvos ni baritas,
también existe sin suspiros ni lágrimas,
con su sutileza al corazón ilusiona,
en su perfección a la mente trastorna.