La cotidianidad en la confrontación de tus pareceres,
estoy y no estoy, mi aroma te exalta,
se desgarra tu corazón simulando los deleites,
sabes con certidumbre que te hago falta,
y te acosa la pesquisa, ¿somos el uno para el otro?,
si fuera así, las noches de arrobamiento
no alcanzarían su patíbulo aseveras, pero en el acto
enquisto mi simiente en cada rincón de la urna
de tu cuerpo, ¿crees que no me importas?,
sé que me amas y por eso me apoyas,
siempre lo haces en cada levante del sol que renace;
si me voy, sin duda caerás en el caos;
proyectemos nuestro afán en su fervor,
unamos nuestra dermis en la fogosidad,
sin atender a los juicios de los demás,
aliviemos las dolencias con la mañana que nos moja,
prosigamos para que seas sólo mía y no seas una más,
oh ser de belleza, para que cada vez dejes de ser una extraña.