Danielagolian

Cenizas de un lugar

Y yo, 

simplemente, 

me ahogo un poco más rápido. 

Dime un precio, 

dime un precio que valga la pena, 

que lo valga para ti, 

que no me hagas pagarlo a largo plazo.

 

Llévame a ver los veleros en pleno atardecer, 

en donde solo estemos tú y yo, 

sin personas alrededor. 

Devuélveme las ganas de regresar a casa; 

hazme sentir que tú eres mi hogar.

 

Tengo dos tickets en mi cartera; 

tú escoges el destino. 

Me dejo caer totalmente en tus manos. 

Tú tienes el poder: 

o me construyes, 

o simplemente me aplastas con tus manos, 

hasta convertirme en una ceniza.

 

Una ceniza que se la lleva el viento 

y la deja caer en nuestro lugar favorito, 

como un recordatorio de que en un momento, 

en determinada hora, 

tú y yo nos miramos por primera vez.