La exhalación del bosque
por el fondo se propaga
como un estallido en vanagloria
de divinas resonancias.
Fragmentos de otras cápsulas
ahora en oceánica calma
levemente inflamadas
amenazan más tarde.
No es dilema lo que hacer entonces
mientras ardes
como un bálsamo a ese encierro
que ha durado años.
Perpetuándose el silencio
es un trastorno que nos trae
continua deficiencia
ante mucha adversidad.
Pero qué hay de mí en el trato
donde exacto he de firmar
parecido a un espantajo
de tan trágico disfraz.
Por lo pronto me contraigo
en un caparazón aparte
del tráfico incesante
que vigilo de soslayo.