Yo te miré a los ojos
y después miré hacia el cielo.
Vi un mar tranquilo y sin olas
y después vi el sol riendo.
Yo te miré a los ojos
y vi la noche muriendo.
Después vi la luna pálida
envuelta en un rojo fuego.
Yo te miré a los ojos
y desde entonces estoy ciego.
Veo solo las estrellas
del profundo firmamento.
Yo te miré a los ojos
y ya nada veo ni recuerdo.
Solo luceros de agua,
donde se ahoga el tiempo.