Yo compraré algunas ovejas, y todas las demás cosas que al pastoral ejercicio son necesarias, y llamándome yo el pastor Quijotiz, y tú el pastor Pancino, nos andaremos por los montes, por las selvas y por los prados, cantando aquí, endechando allí, bebiendo de los líquidos cristales de las fuentes, o ya de los limpios arroyuelos, o de los caudalosos ríos.
En el borde del universo,
al cenit la nada,
absoluta soledad,
solo;
a los pies danza la existencia,
el ser, físico, espiritual;
contrapunto inestable,
vago, indescifrable;
y en la primavera
florecen las rosas.