Sinfonía de amor
Tus ojos son como espejo,
muy tiernos, cuya princesa;
a veces me veo y respiro
y en tu sonrisa tan bella,
yo dibujo un corazón
mas, tú, sigues la escena.
Y así, como si nada
me conquistas oh, pequeña.
Yo al mirarte solo siento
mariposas que hasta vuelan;
susurros de mil guitarras
ritmo a ritmo, cuerda a cuerda.
Canciones de peregrinos
que se vuelven telenovelas,
además, de mil querubes
que me tocan a la puerta
con los ojos encrespados,
destellando cada perla:
el impulso de mis mente,
armonía de mis letras,
ya que sé que entre nosotros
un futuro nos encierra;
el chocar de nuestros labios
sin dejar ninguna prueba
o el mirarnos con dulzura,
o el decirnos con destreza
que el amor es una clave
y la vida es una escuela.
Tus labios son mi locura
y por ellos tengo creencia.
Al verte, llega la aurora,
mis manos sudan y tiemblan,
porque fácil me enamoro
de tu risa, dulce reina;
y así, me siento más vivo
cuando el sueño a ti se entrega,
ensayando un par de versos
y escribiendo mil poemas.
Samuel Dixon