Daniela Cortés

desprender

Con el tiempo te suelto;

aquí en mis brazos no te tengo

y tampoco te retengo.

Si no me amaste por voluntad propia,

no lo harás por misericordia.

 

Por eso te dejo ir

y esta vez no iré tras de ti.

Esta vez te dejo solo a tu suerte,

orando alejarte de los ojos de la muerte

porque aunque no estés conmigo,

yo tus caminos bendigo.

 

No siento rencor en mi corazón 

porque todo fue motivado por el amor

y aunque no estemos destinados a ser,

a Dios le debo agradecer

por haberme permitido amar

y ahora enseñarme a soltar.