Enrique Fl. Chaidez

Pasos en el mar

Mateo 14: 24, 25.

 

Un sonido tiene el mar

que oyen buenos pescadores,

buenos de esperanza, que oyen

la canción del horizonte.

 

Es tal vez que el ruiseñor

no desea ya su bosque;

quizá el canto es de una tierra

sumergida o viejos dioses.

 

Y se encrespa más el mar

como un látigo en la noche,

pero el bello canto sigue

y prosigue dando voces.

 

Y aquí está el amor osado

que se acerca como el Hombre

sobre un agua enfurecida,

mar vano ante aquel que impone

su voz santa en el ciclón.

 

¡Ha llegado el Redentor!