No creas que sin tu sol voy a morir,
que el perfume de tu cuerpo me hace falta en mis sábanas.
Tampoco pienses que me hacen falta
la miel de tus besos
y las plumas de tus caricias y embelesos.
Lo cierto es
que extraño tus azules varoniles,
tus ojos llenos de jardines de amor
posados en mí,
que mis noches se ahogan de pena
sabiendo que ya no estás aquí.
Aún así,
no creas que te voy a buscar
porque mi dignidad es muy grande,
tu fuiste quien decidió
volar en otra barca,
quien rompió los lazos de la ternura y confianza.
Por todo esto, cariño,
no supongas
que contigo
voy a volver,
aunque sigas siendo mi cielo,
mi dulce amor de juventud,
no volveré.
Autora Edith Elvira Colqui Rojas Perú Derechos reservados