Si algún día de ti no me fuera nunca
el mundo sería un Purim:
comida, bebida, bailes, disfraces.
El mundo tras el Ramadán:
ayuno pleno, alegría sin fin.
Si algún día de ti no me fuera nunca,
amor sería una palabra nueva
donde la muerte no existiría
la adultez joven sería eterna
y la sabiduría no se corrompería.
Si algún día de ti no me fuera nunca
saldría de mi zona de confort.
Sería neurótico, paranoico y perverso:
escribiría libros, plantaría árboles, tendría hijos.
Albor mis sienes, tonsura mi cima.
Si algún día de ti no me fuera nunca
tu muerte y dolor tendrían sentido,
la ciencia sería humilde, la moral concreta.
Si algún día de ti no me fuera nunca
ese día... creeré en Dios.