Se enseñorea la noche
la tarde, deshilvanada agoniza
en la herrumbre de una ancha
y a presurosa avenida
que corre veloz hacia
el fin.
Dos niños juegan a viejos
masturbando los sueños.
En la trastienda de un templo
enmohecido por la palabra
cae la tarde
agónica
y a destajo se
esfuma la luz
Primero la creación
después Caín-señal.
hoy la duda, el temor
y diez mil millones de odios
repartidos por el orbe
Dos niños masturbando
la vejez
mañana quién sabe
la puerta del infierno
fue clausurada
aquí abajo es peor
ahora tendremos que saltar
por las paredes.-