Es fácil decir panes y peces
Y olvidar serón y redes.
A veces quisiera ser el que no soy,
Decirle a los días que no fueron
Que no hagan memoria.
Me dieron besos que parecían
Candente soplo cincelado,
Y ese soplo terminó con la fundición
De un campanario.
otros sabía de su deseo, y fue
Tanto y tan dado,
Que si se pudiera medir no habría
Cuentas en un rosario aunque
Las cuentas volvieran los pasos.
Yo di, ¡ay si di!
A un sediento lago.
Quisiera, si tuviera que dar, como di, no dar tanto, y decir: lo que di se me ha dado sin esperar el que no espera por haber dado tanto.
A veces no quisiera vestir como vestí
Nítida blancura, y quedarme para mí
El - se le supone - de un soldado;
Aunque a la guerra no fui, salir
De la trinchera portando trapo
De manuscrito carmesí.
Se puede querer, pero al segundo
Suena a pasado.
Decir que sí cuando no sólo alimenta
Engaño de saber que si se es sobra
La sed de un balneario, así como
Me sobran los fósforos por prender
De alguna mano.