El aliento de Dios me busca en la mañana...
Me vuelvo hacia el sendero y allí lo siento cerca,
tan cerca como un hálito de eternidad sincera...
Quizás me esté llamando,
o acaso me contempla como uno más de tantos...
No sé si siento miedo, tristeza o esperanza...
Y sigo mi camino pensando en mis silencios...