Ámame en tus sueños,
amamándome al alba.
Pon la cruz de tus besos
en mis desgastados labios
y enciende la madrugada.
Entibiame en tus noches,
abrázame en la nada,
cuélgame en tus pechos
y llévame siempre contigo,
naufrago en tus entrañas.
Apriétame con tus piernas,
estrújame toda el alma,
Saca la savia de mis venas
hasta las últimas gotas
de esta, mi fiebre dorada.
Ámame en tus sueños
con primaveras robadas,
en este otoño de siempre
que anuncia nieve y escarcha.