Hernán Mejía Silva

TARDES DE CAFÉ

La mesa de siempre,

porque soy predecible,

un libro presente,

porque se me hace increíble.

 

Sencillez desmedida,

mide esa salida,

tal vez aburrida,

aunque para mí; eso es vida.

 

Tantas sonrisas me han marcado,

ahí, en mi rincón amado,

unas desaparecieron,

otras tal vez ni existieron,

igualmente las guardo…

entre trago y trago.

 

Qué se marche el insolente sol,

me esperan la pluma y el desvelo,

aún con cierto esplendor,

con toda la ilusión y el anhelo,

mi sombra en rededor,

luz cayendo en vilo,

me encontré yo con mi destino.