Disponer de la salud suficiente para poder realizar nuestras ocupaciones de forma plácida. Tener la riqueza suficiente para cubrir las necesidades. Gracia para confesar los pecados y más tarde abandonarlos. Paciencia para trabajar hasta lograr algún bien. Caridad para ver algo bueno en el prójimo. Amor para poder ayudar a quien lo necesita. Disponer de cierta esperanza para lograr eliminar todos los miedos y ansiedades que el futuro, nos pueda deparar sin haberlo solicitado, ni tan siquiera por un sólo instante. Eso es tan cierto como lo es, que después del día viene la noche, dentro de las muchas circunstancias que suelen sumarse a la misma sin cortapisa de ningún tipo.