Sierdi

CON LÁGRIMAS EN LOS OJOS

Siempre fue grato,

visitar tan excelente morada,

llena de regocijo.

Las puertas están abiertas.

La comida lista en la mesa.

Suenan melodías de regocijo.

El consuelo recibe calumnias,

Pero no para de consolar las almas.

Lo demás…

Está sellado para los hombres.