¿De qué podemos hablar?
de tu casa y de la mía
aquel jardín florecido
O la despensa vacía.
Del tiempo tema baldío,
la cosecha recogida
de cilantro y zanahorias
quizás de la sopa fría.
¿De qué podemos hablar?
de las noticias del día
volcán en Nueva Zelandia
O si es dulce la Sandía.
Hablar, de todo y de nada
porque el tema no escatima;
rondar el meollo del caso
Ya que el caso lo amerita.
Saborear historias, chistes,
cual un pan con mantequilla
así se pasan las horas,
se nos escapa la vida.
Porque en verdad no se habla
de aquello que el alma habita
se tamiza en lienzo fino
para guardar la arenilla.
Algarabía en la llegada
besos en la despedida
Y entre renglones torcido
realidades contenidas.
Un sentimiento agoniza
y en las sombras se avecina
la verdad atronadora
que estremecerá los días.
Caerá la falsa moneda
dentro de la calderilla
la razón será el dominio
que alimente las cuartillas.
Porque no puede ocultarse la verdad,
esta respira y tiene su vida propia
Y entre cadenas y espinas se arrastra
hasta encontrar una puerta de la salida.
Y hay de aquel que en sueños torpes
fabrique las fantasías, enmascarando los hechos
la verdad espada fina que abre en dos los corazones
descubre cuerpos y heridas.